martes, 30 de agosto de 2011

Latidos



Latidos

La nostalgia deambulan te
Abriga este ser de tristezas.

El frio de la obscuridad pernocta
cada verso para esa rosa
de negro adictivo .

Brindo
Saboreando mis últimos latidos
servidos en noche de gala
donde tu pasión es exclusiva de él.

Rezo a la luna
La jocosidad está lejos aun.

Vivo andante sin corazón
Ella me lo arrebato
con sus palabras exquisitas.

La agonia crece con
cada suspiro prohibido,
pero lo prohibido me hace
seguidor de tus encantos.

La sombra de tu querer continua
en cada aroma que perciben
los recuerdos inocentes,
Esa sombra me hostiga a escribirte
con el grafito como testigos
de mis añoranzas marchitas.

Corazón mudado.
Nunca volverá.
Me hiciste esclavo de tu belleza,
Clavándose en mí
como el silencio de la impotencia .

Esas dos palabras me hicieron vulnerable.
he hizo que lentamente
muriera por dentro,
sin felicidad para que este interior
entre en latidos nuevamente.

Cada latido sobreviviente
es un recuerdo de tu encuentro.
Sin más remedio que convertir
el dolor en rutina diaria,

Ya no hay corazón para este poeta.
Me lo han robado.

Esparciendo sus restos en cada
destello que puede brindar
tu rostro de  delicadeza eterna.

En cada pétalo que tocan
estas lagrimas ya sobrantes.
Son muestras de mi amor
congelado por tu presencia
de elegancia incandescente.

Los latidos casi desaparecen en mí,
porque te llevaste mucho
mas que mi corazón;
robaste mis pensamientos diarios.
mis lágrimas desoladas.

Y me hiciste dueño de este dolor
que carcome mis anhelos

Pero te regalo mi pasión

mezclada con estas desdichadas lagrimas,
ahora impresas en este poema,

leídas por la musa de mis ilusiones.  

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